Conocerse, conocernos
Tal vez, he hablado mucho del amor y del desamor y no de sus fases, que es lo que nos toca vivir a todos alguna vez en nuestras vidas… a fin de cuentas, son los momentos que nos sirven para recordar cuando necesitamos un escape. Quizás, el momento o la fase más bonita del amor es la de conocerse y hacerlo mutuamente, un reto. Es como el disparo al aire en la salida de una carrera de obstáculos en la que todos los corredores quieren ganar. Conocerse es adentrarse el uno en el otro, explorarse, no solamente físicamente, ni psicológicamente, sino también de forma curiosa, en la vida de cada…
Amar y querer no es lo mismo (por El Principito)
Esta semana El Principito de Saint-Exupéry cumplió 75 años, esta obra mágica ha sabido como pocas perpetuarse en el tiempo y en las memorias; tanto de pequeños como de mayores. Junto con estos otros: En el Camino, El Extranjero, El Guardián Entre el Centeno, forma parte de mis cuatro referencias literarias de cabecera. Lo leí siendo muy pequeño y lo volví a releer mil veces más, ya de adulto y en cada lectura había una sensación distinta, como si dijese algo diferente cada vez, en una palabra, como si este libro tuviese vida. Creo que el secreto se encuentra en el propio protagonista, las cosas vistas a través de los…
Abrazos en la hierba
Mi compañero de casa Laurie y yo, salimos pitando de nuestro Crawley para dirigirnos a Londres, ese día se celebraba el Field Day Festival y era el segundo año que asistíamos. Este es quizás el más grande los festivales Indies de la capital inglesa y donde casi todos los años tocan los más grandes y pequeños en perfecta armonía. Como por arte de magia, el sol reinaba en lo más alto, algo muy poco común en las islas británicas, por lo que con un día así, uno lleva la sensación de que todo saldrá a pedir de boca. Como siempre, cogimos nuestro tren dirección a Victoria Station y desde allí…
Serendipia o aquella chica dulce
Todo comienza con un viaje en Semana Santa que no ibas a hacer, a una ciudad cualquiera de Europa. En un par de días lo tienes todo preparado y con una ilusión desbordante. La historia se fraguó a última hora y casi sin planear, que es cuando mejor salen las cosas. Y entonces llegas a esa ciudad que ya tan bien conoces, pero que no te cansas de visitar una y otra vez, mirando todo de nuevo, como si fuese la primera vez, asombrándote en cada esquina, en cada callejuela que te sabes de memoria, pero intentas engañar al alma, como si fuese la primera vez. El resto va sobre…
Tus cosas, las mías
Ya hace un mes que tú y yo volvimos, parecía casi imposible, después de todo lo que pasó, después de todo lo que esperé y en el fondo, tú también esperabas, o por lo menos me recordabas, me lo dijiste, así entre regañadientes y eso fue una alegría para mí, confirmar que aunque no sabía nada de ti, en el fondo me esperabas, aunque lo tapases con cualquier otra cosa, con cualquier otra emoción. ¿Sabes? Lo conseguimos, nadie daba un duro por esto y sin embargo pasó. Las vueltas de esta vida, que aunque trae muchos días aburridos, sin hacer nada o en soledad, otros pasa todo en segundos. Recuerdo…
El hilo invisible o la paciencia del amor
Hay tantas clases de amores como personas hay en este mundo, de hecho, es el mismo amor en tantas distintas formas como uno pueda imaginar. Los amores trabajados, son sin duda uno de los más requeridos y a la vez padecidos, esos que no se presentan fáciles desde el comienzo, porque una de las partes es bastante reacia a determinadas reglas del juego del amor, por las que no quiere pasar. La fenomenal película de Paul Thomas Anderson, El hilo Invisible, habla de esta forma de amor, algo que se puede ver desde casi la primera escena, cuando se nos presenta a un Daniel Day Lewis lleno de arrugas, pelo…
Reencuentro
Llegó la hora, una espera de un año por medio, una espera de millones de emociones de todas las clases que recorrieron el corazón y la cabeza. Desde el odio al perdón, desde el amor a la indiferencia, una batidora existencial girando a la velocidad de la luz, que ha hecho que veas todo de otra forma y ya nada sea igual que antes. Fue ella la que te dijo de quedar de nuevo y volverse a ver, aunque sea solamente para dejar las cosas en paz. Te lo pidió, como te lo había pedido hace un año, como mejor sabe hacerlo, con esa voz que ella tiene y que…
Y ella apareció
Y al fin sucedió, después de varios meses desde la gran explosión, después de muchas noches durmiendo a trompicones, después de muchos días dándole vueltas, ella ha aparecido de nuevo. Fue gracias a lo último que has escrito, a ese post que le tocó el alma y entonces no pudo más, o simplemente, se dio cuenta que todo lo que habías escrito era para ella, ahora si se lo creyó, supo a ciencia cierta que era la única destinataria y aunque habías dejado un montón de códigos que sólo tú y ella sabíais, fue en este último, donde se convenció de verdad que ella era la protagonista de todas estas…
¿Y si nos perdonamos?
Has llegado hasta aquí durante todo este tiempo, estás cansado, exhausto, agotado. Tu cabeza no ha parado de dar vueltas ni un segundo y eso te mata, porque sabes, que no podrías aguantar otro año más así, seria mortal. Aunque creías que te estabas curando, no era así. No puedes hacer un cálculo de las veces en que lo has pensado, en las veces en lo que te lo has quitado rápido de la cabeza, no quieres saber, las veces en que has soñado con perdonarla. Aunque te duela el alma, aunque el corazón esté con heridas que no pueden cicatrizar. Es una opción, quizás es la última bala que…
Su última llamada
Después de todo este tiempo distanciados, después de todo este tiempo tan necesario, que te ha servido para reflexionar, pero también, para ponerte incluso más loco, pensando en todo lo que pasó, donde se falló, porque todo se fue al traste, porque todo cambio del día a la noche, cuando todo funcionaba tan bien y todo acabo tan mal. Después de todo este tiempo, que pueden ser semanas o meses, lo único que esperas es que ella recapacite y te llame. Que borre de su mente, esas últimas palabras que te dijo y que se introdujeron en tu cabeza y no has podido olvidar, ni tan siquiera cuando duermes, en…