La tormenta que vemos pasar
Llegué por la tarde, después de conducir por carreteras perdidas secundarias durante bastante tiempo, lo hice acompañado de mi buena amiga Pili, una gran experta en esto de las técnicas de meditación orientales. Ella fue la que me dijo de la existencia de este retiro de yoga silencioso, y también mí amiga y vecina Sonia, otra chica que está muy metida en este mundo emocional y que fue la que más me animó a que viniese a este retiro, para que pudiese seguir con mi trasformación interior que había comenzado unos meses atrás. Llegada Llegamos el viernes tarde a la cabaña del silencio, que es como le llaman al lugar…